ARTEMISININA NM (250)
Carlos E. Montúfar
Jean Nkeshimana, era el nombre
del diligente enfermero del programa de salud que buscaba reforzar los centros
de atención de la red Caritas en Burundi, ante la más temible epidemia de
malaria que yo haya presenciado. Solo en los últimos meses del año 2000
hubieron más de 720.000 casos, siendo las provincias más afectadas: Kayanza,
Ngozi y Karuzi. La tasa de mortalidad en los niños menores de 5 años, bordeaba
los 3.8 decesos por 10.000 habitantes. En urgencias una cifra de 2 ya era
considerada catastrófica.
Médicos sin Fronteras insistía en
el uso de los derivados de Artemisinina para combatir el paludismo Falciparum
resistente, aun no eran parte del protocolo nacional, incluso lo usaban en sus
centros de urgencias.
En las reuniones de la OMS en
Bujumbura, los coordinadores de ONG internacionales exigíamos igualmente su aplicación
y subvención, dada la alta tasa de mortalidad. La guerra civil había provocado
desplazamientos de población de zonas altas a las bajas ocasionado la exposición
de miles de personas sin resistencia natural al parasito.
Ayer el médico chino descubridor
de la Artemisinina, Youyou Tu, recibió el premio Nobel de Medicina 2015 por su contribución
a la salud mientras Jean continua en la cooperación dirigiendo la ONG “Terres
de jeunes” y yo me preparo para participar en la mesa redonda sobre
Identidades, diásporas y globalizaciones.
Abrazos entonces para esos
entrañables compañeros de la coordinación de salud CED Caritas Burundi: Jean,
Fitina, Pierre, Jean Bosco y Gaspar.
Fuente de imagen: http://cdn.doctorswithoutborders.org/sites/usa/files/54728-burundi.jpg
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