jueves, 12 de abril de 2012

EL ARTE DE LA NEGOCIACION


El imaginario creativo y la torre escondida.

BRONQUITIS Y DISCERNIMIENTO


Imagenes: fotos close up personal y kiosko Limones, 2012. carlos montufar@copyright

domingo, 8 de abril de 2012

IMPOSIBLE NO TRASCRIBIRLO. GUNTER GRASS

"Lo que se debe decir"




Por qué guardé silencio, demasiado tiempo



sobre lo que es obvio y que fue ensayado

en juegos de guerra, a cuyo fin solo seremos

en todo caso notas al pie de página.



El presunto derecho a un ataque preventivo,

que podría destruir al pueblo iraní

oprimido por un bravucón

y guiado hacia el júbilo organizado

porque se supone que en su territorio

se construye una bomba atómica.



¿Pero por qué me prohíbo,

mencionar el nombre de ese otro país,

en el cual hace años –aunque en secreto–

existe un creciente potencial nuclear

pero fuera de control, porque no es sometido

a ninguna inspección?



El silencio generalizado sobre este hecho,

al que se ha subordinado mi silencio,

lo considero una mentira inaguantable

y la presión, que amenaza con castigo,

en cuanto no es acatado;

el veredicto de “antisemitismo” es corriente.



Pero ahora, porque desde mi país,

que por crímenes muy propios,

que no admiten comparación,

es una y otra vez atrapado y debe dar explicaciones,

de nuevo y como si fuera normal, aunque

declarado sin esfuerzo como reparación

se debe entregar otro submarino a Israel

cuya especialidad es enviar ojivas destructoras

a un sitio donde la existencia

de una sola bomba no ha sido probada

donde solo el temor sirve de prueba

digo lo que hay que decir.



¿Pero porqué guardé silencio hasta ahora?

porque pensé que mi origen,

que está marcado por un baldón imborrable,

prohíbe, imputar ese hecho como verdad expresada

al país Israel, al que estoy unido

y quiero seguirlo estando



¿Por eso lo digo solo ahora,

envejecido y con mi última tinta:

la potencia atómica Israel amenaza

la ya frágil paz mundial?

porque hay que decir,

lo que ya mañana podría ser demasiado tarde;

también porque nosotros –como alemanes suficientemente incriminados–

podríamos llegar a proveer un crimen,

que es previsible, por lo cual nuestra culpabilidad

no podría ser borrada

por ninguna de las excusas acostumbradas.



Y confieso: ya no me callo,

porque estoy cansado de la hipocresía de Occidente

además se puede esperar,

que muchos se puedan liberar del silencio,

exigir la renuncia a la violencia a

los promotores del peligro visible

y al mismo tiempo insistir,

en que un control ilimitado y permanente

del potencial atómico israelí

y de las instalaciones atómicas iraníes

por una institución internacional

sea permitido por los gobiernos de ambos países.



Solo así será posible ayudar a israelíes y palestinos,

más aún, a todos los seres humanos, los que

en esa región ocupada por el delirio

viven enemistados estrechamente

y finalmente a nosotros mismos.


Gunter Grass 2012, Alemania.



jueves, 5 de abril de 2012

ODALISCAS

EN EL ORDEN DEL SABER, LA EQUIVOCACION ES SIEMPRE LO PRIMERO

(Gaston Bachelard, 1975)


Nosotros (los humanos) nos dejamos llevar de la impaciencia y del inmediatismo. Sin embargo soñamos con la inmortalidad. Ella (la inmortal) es paciente, es segura, se sabe en misión eterna. Nosotros tenemos la convicción de la muerte, 89 o 70 años después, llegara. Sin dudas.


Construir como si no fuéramos a morir, nos permite ser eternos en el instante, ilusos, pero también permanentes en el detalle, en el amor al arte, a la vida.


Esta web es eso, la lucha eterna cada día por la inmortalidad. Aun sabiendo el resultado final de la batalla, combatir!


Paradoja, no aprecio la reproducción. Ese mecanismo biológico repetitivo y necio que nos permite llamarnos padres. La reproducción es una forma de inmortalidad indirecta. Sirve emocionalmente más a los padres que a sus vástagos. Este apreciar ha tenido excepciones, no puedo dejar de anotarlo.


El saber es pensamiento, intelecto razón. Reconozco que muchas veces pensamos algo para justificar lo que sentimos, más aun, inventamos teorías retoricas para evidenciar y validar nuestras emociones más profundas. Bien manifiesta Ratzinger que para llevar a cabo rectamente la función de la razón, esta ha de purificarse constantemente, porque su ceguera ética, que deriva de la preponderancia del interés y del poder que la deslumbran, es un peligro que nunca se pude descartar totalmente (Carta Encíclica, Deus Caritas Est del sumo pontífice Benedicto XVI sobre el Amor Cristiano, 2006).


La ciencia es la religión de los tiempos modernos o para decirlo con exactitud, de los últimos tres siglos. La epistemología acepta los límites y errores de la ciencia. Las supuestas infalibilidades comienzan a deshacerse, incluyendo la que se le atribuye al Papa. Bien preguntaba Fidel Castro, ¿Qué hace un Papa?


Cuando la relatividad hace todo nebuloso, ¿Qué nos queda como asidero?


Ahora que sabemos que los místicos tenían razón, que no solo gira la tierra sino también el sol en una elipse de 26.000 años explicando el horóscopo. Ahora que conocemos que no estamos quietos ni cuando morimos, cuál será el punto de apoyo que nos dará la inferencia hacia el presente?


Queda la filosofía como amor a la ciencia, amor a la vida, al descubrimiento a la búsqueda eterna. Y más allá aun, simplemente queda el amor. Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables, son un solo mandamiento en el Cristianismo. El amor es más fuerte que la muerte repetía el místico Eckart. Al final del camino o al principio, solo nos queda el amor.


Entonces, en el desván de mis libros, escucho el murmullo de la vida que se escurre entre los parlantes y percibo el viejo estribillo de 1931 del Trío Matamoros, el mismo que me resucitó en Bruselas.


“..Que tú me quieres dejar, que yo no quiero sufrir, contigo me voy mi Santa aunque me cueste morir…”


Y nada importa si te dejan, lo importante es que tú no te dejes nunca. El dolor es parte de la vida, el sufrimiento en cambio es el dolor inventado por el temor a lo que vendrá, por ver lo que no existe. Y de todas formas bien vale la pena vivir o morir por amor, porque de eso se trata precisamente. Todo lo que has dado, es lo ganado. Así que como canta el estribillo, “contigo me voy mi Santa aunque me cueste morir…” me parece algo relativamente colindante del amor Cristiano que no se busca a sí mismo, sino que, precisamente en su disponibilidad a perderse a sí mismo a favor del otro, se manifiesta en cultura de la vida.

Carlos Montufar S@copyright 2012